sábado, 24 de diciembre de 2011

140

Una querencia tengo por tu acento,
un anhelo por tu compañía,
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

139

Quizás, nunca tuvieron el deseo imperioso,
de expresar lo que sienten en lo más hondo de su ser,
y que no se puede decir,
ya que perdería todo su encanto,
su misterio, su melancolía, su soledad,
su alegría o su tristeza.

138

Hasta el silencio tiene sus texturas
cuando se llena de mensajes coloreados,
se puede decir te quiero sin pronunciar una sílaba
y despedirte cuando está escuchándose hola.
Pero es imposible ocultar la melancolía
del que tiene sin tener toda la nada del mundo,
ni tampoco pueden apagarse de un soplido
las llamas que han quemado tan profundo
un bosque de abedules que no saben consumirse.


137

"A este hogar por el horror con frecuencia visitado,
dime, en verdad, te lo imploro
¿Hay, hay consuelo? Dime, dime,
¡te lo imploro!
Dijo el cuervo: Nunca más".


136

Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estrechame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.
Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.
¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras...!
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.
En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran.


135

Demente está quien afirma
haber estado una hora enamorado,
mas no es que el amor así se desvanezca,
sino que, de hecho, en menos tiempo os puede devorar.
¿Quién osará creerme si juro
haber sufrido un año de esta plaga?
¿Quién no se reiría de mí si yo dijera
que vi arder todo un día la pólvora de un frasco?

¡Ay, qué insignificante el corazón,

si llega a caer en manos del amor!
Cualquier otro pesar deja sitio
a otros pesares, y para sí reclama sólo una parte.
Vienen hasta nosotros, pero a nosotros el Amor arrastra,
y, sin masticar, nos absorbe.
Por él, como por el infame hierro, tropas enteras caen.
Él es el esturión tirano; nuestros corazones, la morralla.

Si así no fue, ¿qué le sucedió

a mi corazón cuando te vi?
A la alcoba traje un corazón,
pero de ella emergí vacío, desolado.
Si contigo hubiera ido, sé
que a tu corazón el mío le habría enseñado
la compasión.
Pero, ¡ay!, Amor, de una herida lacerante la felicidad
se ha quebrado.

Más la Nada en Nada puede convertirse,

ni sitio alguno puede del todo vaciarse,
así, pues, pienso que aún posee mi pecho todos
esos fragmentos, aunque no estén reunidos.
Y ahora, como los espejos rotos muestran
cientos de rostros más menudos, así
los añicos de mi corazón pueden sentir agrado,
deseo y adoración,
pero después de tal Amor, jamás volverán a amar.

134

Stephen King escribió una vez: "El tiempo lo coge todo, tanto si quieres como si no. El tiempo se queda con todo, el tiempo se lo lleva, y al final, solo queda la oscuridad. A veces encontramos a otros en esa oscuridad, y a veces, los volvemos a perder en ella".

133

Alguien dijo una vez: Si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad. Si vuelve a ti, será tuyo para siempre, si no regresa, no te pertenecía desde el principio.

132

Los monstruos existen y están entre nosotros. Los más temibles ni siquiera lo parecen, pero la mayoría de las veces, nos los inventamos. A veces ves monstruos en todas partes, y sin darte cuenta, te conviertes en el monstruo que vive escondido porque tiene miedo que se rían de él, de que le hagan daño. Estás a gusto en el silencio y en la oscuridad, muchas veces los monstruos lo son porque nadie ha intentado comprenderlos.

Todos llevamos un monstruo dentro, el dolor hace que salga fuera, pero con un poco de comprensión, con un poco de luz, puedes sentarte a cenar con el monstruo y conocerlo un poco mejor, y convencerle de que no está solo, de que ahí fuera hay todo un mundo lleno de vida, y de que puede saltar de un cuento para no dormir, a un cuento para soñar para toda la vida.

131

Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte se esconde un pozo.

- El principito.

130

Ámame cuando menos lo merezca, ya es cuando más lo necesito.

- Proverbio chino.

129

Hay personas que hablan y ni las escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatriz; pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre.

- Cecilia Meireles.

128

Si pudiese volver a la juventud, cometería todos aquellos errores de nuevo, solo que más temprano.

- Tallulah Bankhead.

127

"¿Para qué repetir los errores antiguos habiendo tantos errores nuevos que cometer?"

- Bertrand Russel.

126

Las ideologías nos separan. Sueños y la angustia nos unen.

125

Por desgracia, la superabundancia de sueños, se paga con un número creciente de pesadillas.

124

Tengo una pregunta que a veces me tortura. ¿Estoy loco yo, o los locos son los demás?

123

Lloramos al nacer porque venimos a este inmenso escenario de dementes.

122

No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.

121

De lo que tengo miedo es de tu miedo.

120

Me alegro de que inventaran la bomba atómica: así si necesitan voluntarios para ponerse debajo cuando la lancen, puedo presentarme el primero”.

119

Los libros que de verdad me gustan son esos que cuando acabas de leerlos piensas que ojalá el autor fuera muy amigo tuyo para poder llamarle por teléfono cuando quisieras”

118

No hay sala de fiestas en el mundo entero que se pueda soportar mucho tiempo a no ser que pueda uno emborracharse o que vaya con una mujer que le vuelva loco de verdad”.

117

Me paso el día entero diciendo que estoy encantado de haberlas conocido a personas que me importan un comino. Pero supongo que si uno quiere seguir viviendo, tiene que decir tonterías de ésas”

116

No sé por qué hay que dejar de querer a una persona sólo porque se ha muerto. Sobre todo si era cien veces mejor que los que siguen viviendo”.

115

Lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Si querían decirme algo, tendrían que escribirlo en un papelito y enseñármelo. Al final se hartarían y ya no tendría que hablar el resto de mi vida. Pensarían que era un pobre hombre y me dejarían en paz.”

114

Si yo fuera pianista, tocaría dentro de un maldito armario”

113

    ¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (…) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura”

112

¿A dónde van los patos cuando el lago se congela?

111

Le asomaba el dolor por la garganta, y se lo tragó despacio…

110

«Adiós, tengo un empleo mejor», me dijo mi ángel de la guarda…

109

La vida dibuja cada día tu alma, bañándola cada día con ácido.

108

Si tu amor se aburre, llévalo a ver la luna llena.

107

Aquí todos lloramos mientras ángeles y demonios bailan.

106

Mi casa está donde pongo mis zapatos, pero siempre voy descalza…

105

La libertad es una grieta en la puerta del miedo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

104

Siempre hay un poco de locura en el amor, aunque siempre hay un poco de razón en la locura.

- Nietzshe.

103

"Nunca andes por el camino trazado, pues él te conduce únicamente hacia donde los otros fueron."

- Grahan Bell.

102

Hice un acuerdo de coexistencia pacífica con el tiempo: ni él me persigue, ni yo huyo de él, un día nos encontraremos“

- Mario Lago.

101

Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano.

- Benjamin Franklin.

100

"Añoramos tanto ese contacto que chocamos contra otros sólo para poder sentir algo."

99

Os concedo el honor de morir bajo mi espada…

98

Cuando los cascos retumban y las espadas cantan, no hay refugio ante la tormenta.

97

Hubo otras épocas en que viví simplemente porque necesitaba vivir. Pero ahora vivo porque soy un guerrero y porque quiero un día estar en la compañía de aquel por quien tanto luché.

96

"Miedo a fracasar
miedo a nunca las enamoro
miedo a traspasar la soledad
y acabar estando solo
miedo a todo
lo que me rodea
miedo a que se pare la tinta
que mi corazón bombea
miedo a no poder andar
a no saber mandar
al corazón que tengo roto
exploto al soñar con ilusión
miedo al amor y a su fragancia
miedo al querer y al no poder
tenerte porque nos separa la distancia
tengo miedo a que no cese mi fama
y a que no quieran conocer quien soy
seguir siendo un polvo en la cama
dejadme en paz joder
necesito respirar
siento miedo a inspirar
puñaladas que me rematen
a mi vida maten
mi corazón no late
me siento solo en parte
traten de vencer al miedo
con libertad
necesito un solo apoyo
que me de felicidad.

Miedo a que se rompa entre nosotros la felicidad
miedo a no saber que es lo que pasará
miedo al que dirán
a dejarla escapar
miedo a perder la oportunidad
que da esta vida
y no podrás recuperar
miedo a que se rompa entre nosotros la felicidad
miedo a no saber que es lo que pasará
miedo al que dirán
a dejarla escapar
miedo a perder la oportunidad
que da esta vida
y no podrás recuperar.

Tengo miedo
a no encontrarte
a perderte
antes de hablarte
miedo a no poder expresar
miedo a querer decir te quiero
y al final callar
miedo corre por mis venas
miedo a decepcionar
a no ser capaz
miedo a fracasar
miedo a la vida
a estar escondido
eternamente
miedo a no estar contigo
cuando lo necesitas
miedo a tener miedo.

Miedo a mostrarme como soy."

95

No saber ni quién ni qué eres.
No saber de donde vienes ni a donde vas.
No saber lo que estás haciendo ni por qué lo haces.

No saber que no sientes.
No saber que ignoras.
No saber aquí,
No saber ahora.
¡No saber de que se trata todo este cuento!
Locura es vivir con miedo.
Locura es no vivir, por miedo.
Locura es incapacidad de gozo.
Locura es ser inclemente.
Locura es control demente.
Locura es rigidez entrenada.
Locura es solicitar consuelo.
Locura es pensar en el cielo.
No saber distinguir el limbo,
No saber que no sabes...
Locura es no saber,
cuando esto... si se puede.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

94

Soy un paranoico al revés. Siempre sospecho que la gente está planeando algo para hacerme feliz.

martes, 20 de diciembre de 2011

93

¿Cuánto vale una corona si un cuervo puede cenar carne de rey?

92

La creencia sobre una fuente sobrenatural del mal no es necesaria. El hombre de por sí mismo es capaz de cualquier maldad.

91

Un hombre que vive dentro de su cabeza es quien asesina.

90

Cuando miras mucho tiempo el interior de un abismo, el abismo también mira tu interior.

Nietzsche.

89

Casi todo lo absurdo de nuestra conducta, es el resultado de imitar a aquellos a quienes no podemos parecernos.

Samuel Johnson.

88

No hace falta un arma para matar.

87

No hay cacería como la cacería humana. Y aquellos que han cazado a hombres armados durante bastante tiempo y han disfrutado, no vuelven importarles nada más.

86

Cuando el miedo y el frío hacen de ti una estatua en tu propia cama, no ansíes que la verdad pura y dura acuda en tu auxilio. Lo que necesitas es el mullido consuelo de un relato. La protección balsámica, adormecedora, de una mentira.

85

Nos acostumbramos tanto a nuestros propios horrores que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas.

84

    Hay veces que el rostro y el cuerpo humanos pueden expresar los anhelos del corazón con tanta precisión, que como dicen, puedes leerlos como si fueran un libro.


83

Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma.

82

No se puede entender nada de la vida hasta que uno no entiende la muerte.

81

Durante años he huido sin saber de qué. Creí que, si corría más que el horizonte, las sombras del pasado se apartarían de mi camino. Creí que, si ponía suficiente distancia las voces de mi mente se acallarían para siempre.

80

Estaba tranquilo, con esa calma que deja la enfermedad cuando, a su paso, borra las emociones de quien la padece.

79

    - Fuiste el primero, Astinus -declaró el ente de las tinieblas-, y te corresponde también ser el último. Cuando hayas relatado mi victoria incontestable, el epílogo, quedará clausurada tu minuciosa recapitulación y gobernaré a mi antojo.
    - Cierto, a tu antojo -repuso el escriba-, pero ejercerás tu poder sobre un mundo muerto, arrasado por la misma magia que te otorgara la supremacía. Reinarás solo y solo estarás en un vacío eterno.
    - ¡Eso es mentira, viejo amigo! Crearé, concebiré nuevas existencias que me pertenecerán. Inventaré pueblos enteros, razas ahora ignotas que me venerarán como su hacedor.
    - El Mal no puede crear -persistió el cronista-, únicamente destruir. Se vuelve contra sí mismo y se despedaza. En este instante, mientras hablamos, eres consciente de su mordedura y del efecto que produce en tu alma. Estudia la faz de Paladin, Raistlin, examínala a fondo como hicisteis una vez en las llanuras de Dergoth, después de que te hiriese mortalmente la daga del enano y Crysania posara en ti su mano curativa. Entonces supiste interpretar el infinito abatimiento de la divinidad, parangonable con el que hoy trasluce. Supiste, y sigues sabiéndolo aunque te niegues a admitirlo, que la consternación de Paladine no es por él mismo, sino por ti. Para nosotros será fácil acogernos a un letargo sin sueños. Tú, en cambio, no dormirás. Vivirás en un interminable duermevela, aguzarás sin descanso tu oído en busca de sonidos que nunca han de vibrar, te asomarás a un vacío infinito que no contiene luz ni penumbra y proferirás órdenes, quejas, que nadie recibirá, tejiendo planes que no darán fruto mientras, como un carrusel, giras en un círculo del que no has de salir. Al fin, enloquecido, asirás la cola de tu propia entidad y, como una serpiente hambrienta, te devorarás en un esfuerzo por hallar alimento espiritual. Será vano tu empeño, te toparás con la nada absoluta. Continuarás para toda la eternidad suspendido de esos hilos intangibles y te consumirás sin perecer, como un punto ingrávido que, al succionar su entorno, jamás logrará saciar su apetito.

78

    - Volvemos a encontrarnos, Raistlin.
    - Así es, mi Reina.
    - ¿Te inclinas ante mí, mago?
    - Te rindo un último homenaje.
    - También yo te saludo con respeto.
    - Es un honor excesivo el que me concedes, Majestad.
    - Al contrario. He observado tu juego con el más vivo placer y he constatado que respondías a cada uno de mis movimientos mediante otro igualmente certero. En más de una ocasión, has arriesgado todo cuanto poseías a cambio de cobrar una sola pieza. Has demostrado ser un contrincante habilidoso, y la partida me ha me ha aportado un inesperado entretenimiento. Pero ahora, digno rival, ha llegado la hora del jaque. Te queda en el tablero el rey, remedo en tu persona, y en el lado opuesto se alinean mis peones, mis tropas, investidas de su máximo poder. Aunque mis legiones te superan, me satisface tu actuación y he resuelto concederte una gracia. Regresa junto a la sacerdotisa. Yace moribunda, sola, azotados su mente y su cuerpo por una tortura como las que nadie, sino yo, puede infligir. Vuelve a su lado, arrodíllate, tómala en tus brazos y estréchala entre ellos. El manto del olvido se desplegará sobre ambos, os cubrirá con tanta dulzura que, arropado en él, te abandonarás al vacío y hallarás descanso eterno.
    - Mi señora...
    - Niegas con la cabeza. ¿Rehusas acaso?
    - Takhisis, Gran Soberana, agradezco tan generoso ofrecimiento. Pero participo en este juego, como tú lo llamas, para ganar. Llegaré hasta el final, sea cual fuere.
    - ¡Uno muy cruel para ti, no lo dudes! Te he dado la oportunidad a la que te hacían acreedor tu sapiencia y tu osadía. ¿Te obstinas en despreciarla?
    - Su Majestad es demasiado desprendida. No merezco tan delicada atención.
    - ¿Te burlas de mí, insensato? Adopta esa mueca. Grotesca réplica de una sonrisa, mientras puedas, porque cuando cometas un desliz o incurras en un fallo, por leve que éste sea, me abalanzaré sobre ti. Hincaré las uñas en tu carne y, al sentir su contacto, mendigarás el alivio de la muerte. No la obtendrás. Los días duran eones en mis dominios, Raistlin Majere, y no pasará una solo en el que no venga a visitarte en tu mazmorra, la de tu propio pensamiento, para que sigues divirtiéndome como has echo hasta ahora. Te atormentaré en materia y en espíritu. Y seré tan despiadada, que al concluir cada sesión cada sesión perecerás a causa de los insoportables dolores; sin embargo, no llegará a la noche infinita, porque te devolveré a la vida en el instante del tránsito. No conciliarás el sueño, guardarás vela en escalofriante anticipación de la próxima jornada. En cuando claree, tras el intervalo de la oscuridad que en nada ha de beneficiarte, será mi rostro lo primero que veas. Advierto que palideces, mago. Tu frágil cuerpo se estremece, tus manos tiemblan y tus ojos se dilatan de miedo. ¡Póstrate ante mí y suplica perdón!
    - Mi Reina...
    - ¿Cómo? ¿Aún no te has arrodillado?
    - Mi Reina... te toca a ti jugar.

77

Aparta la luz sepultada
del candil, la antorcha sin raigambre,
y escucha del echo de la noche enlutada
capturado en tu inflamada sangre.

Cuan serena es la medianoche, amor,
cuan tibios los vientos donde el cuervo vuela,
donde el cambiante claro de luna, amor,
palidece en tu caída retina, se congela.

Tu corazón a gritos me llama, amor,
lo oscuridad en tu seno ha abierto una brecha,
por la que corren los ríos de la sangre, amor,
en la que, sugerente, penetra esta endecha.

Amor, el calor que encierra tu piel en agonía,
puro como la sal, como la muerte devastador,
cabalga a lomos de la luna roja, en la lejanía,
desde la fosforescencia de tu aliento, tu estertor.

- "Dragonlance".

sábado, 17 de diciembre de 2011

76

El lobo no duerme esta noche,
siente la rabia
azotando su sien.

El lobo acecha el horizonte,
sabe que hoy
no estará solo.

El lobo inquieto
camina despacio,
siente los nervios,
se mantiene sereno.

Está cansado y triste,
pero sus fuerzas
no han cedido.

Silencio.

Se escucha un perro ladrar,
otro a lo lejos aullar.

Los muy miserables
intentan imitarle,
pues también saben llorar a la luna.

El lobo siente que la furia
eriza su pelaje,
los ojos se inyectan en sangre
y un gruñido rasga su garganta.

Los perros aullan con mas fuerza,
pidiendo prestada un poco de atención.

El lobo contempla la escena,
una de las más patéticas de su vida.

Los perros se sienten orgullosos,
piensan que están haciendo una buena tarea.

El lobo continua gruñendo,
rasgándose la garganta,
dando vueltas a su alrededor.

La luna se mantiene callada,
majestuosa desde lo mas alto,
contemplando la escena
entre nubes y estrellas.

El atronador aullido del lobo
golpea en la mente
de todo ser viviente
causando un incómodo silencio
y una situación inquietante.

Se despierta la rabia
y reacciona ferozmente
desgarrando trozos de carne
con sucias garras,
mordiendo cuellos,
rompiendo yugulares
para terminar con los aullidos
de los apestosos perros
y recrearse mas tarde
con sus cadáveres
desgarrándoles el pelaje
dejando la carne abierta
para que los buitres a la mañana
tuvieran con que alimentarse
y continuar así
con su mísera vida.

Abriéndose paso
por un río de sangre,
para llegar a la luna
y así hacerle el amor
el resto de la noche
y que los miserables perros
que queden agonizantes
contemplasen la escena
sin poder hacer nada...

Porque la luna
tenía un dueño,
el único animal
entre todos los hombres
capaz de reventar tímpanos
con ladridos
y hacerlos sangrar
con un atronador gruñido.

El lobo
es el único,
que sabe aullar a la luna.

El lobo,
marca su territorio
a mordiscos y zarpazos.

El lobo,
defiende lo que ama.

Por encima de todo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

75

Creí entender este mundo,
sabía que sin espera no hay decepción.
Me resguardé en la soledad y el destierro.
Me arruyé en ataúdes de desierto
pero aún así volvía a caer.

Ese sueño profundo me dominó.
Busco calmar mi sed,
Lamiendo un rastro de polvo y cenizas.

Mi corazón ruge de dolor,
Mis latidos reclaman la muerte con furia...
Y ella los seduce con abrazos y susurros de calma.
Con cada respiro desfallezco en un inmenso vació,
Como succionado por la imparable tentación de la nada.

Deseo que todo acabe.
Tan sólo busco el dormir.
Quisiera olvidarme de todo
Y pasar desapercibido entre el polvo del tiempo.
No tengo ganas de continuar.
Y buscar se me ha hecho tan pesado y doloroso
como respirar sumergido en el océano.

lunes, 12 de diciembre de 2011

74

No poder dormir, es lo que me consume...
Viendo la pared de mi cuarto oscuro,
Viendo las sombras de mi cuento oscuro.

No poder dormir, es lo que me debilita...
La tos agonizante de un viejo,
Los suspiros cada vez más pesados.

No poder dormir, es lo que me trae la locura...
Oír los vientos con la voz de los lobos aullar,
Oír el llanto de tu alma al despertar.

No poder dormir, es lo que me trae la soledad...
Caer bajo la montaña de la locura,
Caer bajo para no despertar nunca más.

Poder dormir, es lo que me trae el descansar.

sábado, 26 de noviembre de 2011

73

El tiempo es muy lento para que los esperan, muy rápido para los que tienen miedo, muy largo para los que se lamentan, muy corto para los que festejan. Pero, para los que aman, el tiempo es eternidad.

- William Shakespeare.

domingo, 13 de noviembre de 2011

72

No hay otra cosa que matar en esta vida que el enemigo interior, el doble en el núcleo duro.
Dominarlo es un arte.
¿Hasta qué punto somos artistas?

martes, 8 de noviembre de 2011

71

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: “La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

70

Todo en ti fue naufragio.

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.

Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio.

Hice retroceder la muralla de sombra.

Anduve más allá del deseo y del acto.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.

Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.


- Canción desesperada.

69

Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye

como tú lo desees y hacia donde tú quieras.

Tu silencio acosa mis horas perseguidas,

y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.

Y las miro lejanas mis palabras.

Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Todo lo llenas tú, todo lo llenas.


Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,

y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte

para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.

Huracanes de sueños aún a veces las tumban.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Inclinado en las tardes tiro mis tristes redes a tus ojos oceánicos.


Soy el desesperado, la palabra sin ecos,

el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.
En mi tierra desierta eres tú la última rosa.
He aquí la soledad de donde estás ausente.

Yo te recordaba con el alma apretada

de esa tristeza que tú me conoces.
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste y te siento tan lejana?

Ansiedad que partiste mi pecho a cuchillazos,

es hora de seguir otro camino, donde ella no sonría.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.
Es en ti la ilusión de cada día.

Yo que viví en un puerto desde donde te amaba.

La soledad cruzada de sueño y de silencio.
Acorralado entre el mar y la tristeza.
Callado, delirante, entre dos gondoleros inmóviles.
Entre los labios y la voz, algo se va muriendo,
algo con alas de pájaro, algo de angustia y de olvido.
Cuando he llegado al vértice más atrevido y frío
mi corazón se cierra como una flor nocturna.

Déjame recordarte como eras entonces cuando aún no existías.
Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mí,
a mi alma sola y salvaje, a mi nombre que todos ahuyentan.

[...] Nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja.


- Pablo Neruda.


lunes, 17 de octubre de 2011

68

- ¿A dónde habéis cabalgado, mi buen señor? ¿Adonde habéis cabalgado esta noche?
- He estado de caza, hermosa muchacha, pues los perros cazan mejor bajo la luna. Sí, los perros cazan mejor bajo la luna.
- ¿Y dónde habéis cazado, mi buen señor? ¿Dónde habéis cazado esta noche?
- Fui a las ruinas, hermosa muchacha, pues los lobos se ocultan de la luna en ellas. , los lobos se ocultan de la luna en ellas.
- ¿Y con quién habéis cazado, mi buen señor? ¿Con quién habéis cazado esta noche?
- Cabalgué con un extraño, hermosa muchacha, cuyos ojos brillaban rojos bajo la luna. Sí, sus ojos brillaban rojos bajo la luna.
- ¿Y qué habéis cazado, mi buen señor? ¿Qué habéis cazado esta noche?
- Era mi sangre lo que buscaba, hermosa muchacha, pues yo era su presa bajo la luna. Sí, un buen bocado bajo la luna.
- ¿Y porqué habéis venido aquí, mi buen señor? ¿Porqué habéis venido aquí esta noche?
- He venido para un festín, hermosa muchacha, pues estáis muy hermosa bajo la luna, y beberé vuestra sangre bajo la luna.

Y su vida se escurrió bajo la luna, tumbada sobre el bastión del Dragón Negro.

67

"Imaginad que estáis en una habitación cerrada, totalmente a oscuras, sin absolutamente nada de luz, y que no podéis hablar ni moveos, y ni podéis, ni necesitáis, respirar. Sólo podéis pensar, y sólo pensáis en lo solos que os sentís. Pasan minutos, o quizás días enteros, y todo sigue igual. Algún tiempo después no tenéis ni idea de cuánto lleváis en éste estado. No existe nada, excepto vuestra propia mente. Sabéis que estáis muertos.
Pero de pronto oís un rugido y sentís un poder como el de cien bombas atómica explotando a la vez, que os arrastran sin remedio durante un momento que parece interminable. Entonces, la luz de mil soles os ciega a través de los párpados cerrados. Podéis sentir vuestro cuerpo, aunque de forma extraña. Intentáis abrir los ardientes ojos y poco a poco todo se va aclarando… las imágenes van tomando forma… ¿estáis vivos? Parece que sí… aunque parece que continuáis sin necesitar respirar. ¿Un poco extraño, no?"

domingo, 18 de septiembre de 2011

66

Quizá la mayor facultad que tiene nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades.
La primera puerta es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han echo daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta.
La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que "el tiempo todo lo cura" es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta.
La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad.
La última puerta es de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.
Después de que me abandonaran, me adentré en mi habitación y dormí. El cuerpo me lo exigía, y mi mente utilizó la primera puerta para aliviar el dolor que me abrazaba. La herida quedó cubierta hasta que llegara el momento de la curación. Era un mecanismo de defensa: una buena parte de mi mente dejó de funcionar. Se apagó, por así decirlo.
Mientras mi mente dormía, gran parte de los detalles dolorosos del día anterior se escondieron detrás de la segunda puerta. Pero no del todo. No olvidé lo que había pasado, sin embargo el recuerdo quedó amortiguado, como si lo viera a través de una tupida gasa. Si hubiera querido, habría podido recordar su cara, la cara con ojos grises. Pero no quería recordar. Empujé esos pensamientos y dejé que acumularan polvo en un rincón de mi mente que utilizaba poco.
Soñé. No con sangre, ojos vidriosos y su olor, sino con cosas más agradables. Y poco a poco, la herida dejó de dolerme...

martes, 23 de agosto de 2011

65

Cuando los cascos retumban y las espadas cantan, no hay refugio ante la tormenta.

64

"Las cicatrices nos recuerdan que el pasado fue real... ... no olvides que yo te hice la primera...".

- Hanibal Lecter.

domingo, 14 de agosto de 2011

63

"La oscuridad siempre vuelve..."

viernes, 5 de agosto de 2011

62

"Como si de una sombra animada se tratase, el hombre de la capa emergió de la luz. Iba completamente ataviado de negro, desde el lustre apagado de sus botas hasta el sombrero de ala ancha que ocultaba su rostro. Levantó la cabeza para examinar a la multitud congregada de monstruos deformes , y su mirada reflejó una ominosa oscuridad. La fina línea de su boca se desdibujó en una siniestra sonrisa al desenvainar su delgada espada de un tirón. Los mutantes dieron un paso atrás, atemorizados, pues sabían que había llegado su hora."

61

"Vuestro mundo es una tela de araña que os atrapa más firmemente cuanto más lucháis por controlar vuestras penosas e insignificantes vidas. Y en el centro de esta telaraña se halla la Gran Araña de vuestra avaricia, y cuando tantea las hebras de la tela saltáis como marionetas, en la vana creencia de que sois vosotros quienes controláis vuestro destino."

60

"¿Para qué buscáis al Caos en el Norte, cuando se halla entre nosotros? El mismo aire que respiramos, el agua que bebemos, nuestros vecinos, incluso nuestros hijos, todos portan la mancha de la corrupción. Y tanto si se manifiesta ahora como si lo hace en algún momento de los años venideros, este horror despertará y nos consumirá a todos. No hay escapatoria, amigos, ya que estamos perdidos y condenados."

jueves, 4 de agosto de 2011

59

"El mundo se muere. Es mejor para vosotros que lo sepáis ahora. Decís que vivís, respiráis, amáis, odiáis y teméis... sí... estas son cosas mortales... y estáis vivos, en efecto... pero vivís en un mundo que sufre de la ponzoña de su herida mortal. Se pudre en el norte, y esta putrefacción se extiende como una herida gangrenosa. Y nosotros... nosotros no somo más que gusanos en un cadáver."

sábado, 23 de julio de 2011

58

"Lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Si querían decirme algo, tendrían que escribirlo en un papelito y enseñármelo. Al final se hartarían y ya no tendría que hablar el resto de mi vida. Pensarían que era un pobre hombre y me dejarían en paz."

56

Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel al alma.
Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido sin perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado, como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos,
la muerte está en la escoba,
es la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante.

viernes, 24 de junio de 2011

55

"El tiempo se enzarza y todo se convierte en un ánima helada y entonces... ¡aparece la bestia!"

54

"Yo mato a quien quiera, como quiera y donde quiera... y nadie es capaz de resistirse."

53

¿Yo? Demonio en cuerpo de niña...

52

Creo en ti...

51

¿Hay un lugar hacia ningún lugar?