- ¿A dónde habéis cabalgado, mi buen señor? ¿Adonde habéis cabalgado esta noche?
- He estado de caza, hermosa muchacha, pues los perros cazan mejor bajo la luna. Sí, los perros cazan mejor bajo la luna.
- ¿Y dónde habéis cazado, mi buen señor? ¿Dónde habéis cazado esta noche?
- Fui a las ruinas, hermosa muchacha, pues los lobos se ocultan de la luna en ellas. Sí, los lobos se ocultan de la luna en ellas.
- ¿Y con quién habéis cazado, mi buen señor? ¿Con quién habéis cazado esta noche?
- Cabalgué con un extraño, hermosa muchacha, cuyos ojos brillaban rojos bajo la luna. Sí, sus ojos brillaban rojos bajo la luna.
- ¿Y qué habéis cazado, mi buen señor? ¿Qué habéis cazado esta noche?
- Era mi sangre lo que buscaba, hermosa muchacha, pues yo era su presa bajo la luna. Sí, un buen bocado bajo la luna.
- ¿Y porqué habéis venido aquí, mi buen señor? ¿Porqué habéis venido aquí esta noche?
- He venido para un festín, hermosa muchacha, pues estáis muy hermosa bajo la luna, y beberé vuestra sangre bajo la luna.
Y su vida se escurrió bajo la luna, tumbada sobre el bastión del Dragón Negro.
lunes, 17 de octubre de 2011
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