Le asomaba el dolor por la garganta, y se lo tragó despacio…
sábado, 24 de diciembre de 2011
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Para aquel que roba, o pide prestado un libro y a su dueño no lo devuelve, que se le mude en sierpe en la mano y lo desgarre. Que quede paralizado y condenados todos sus miembros. Que desfallezca de dolor, suplicando a gritos misericordia, y que nada alivie sus sufrimientos hasta que perezca. Que los gusanos de los libros le roan las entrañas como lo hace el remordimiento que nunca cesa. Y cuando, finalmente, descienda al castigo eterno, que las llamas del infierno lo consuman para siempre...
Pues sabes que? Te voy a contar un secreto, si asomaba por la garganta por algo seria, si te lo tragas algun dia la bola sera tan grande que no lo podras tragar bien y eso seria malo no? Acaso no seria mejor soltarlo? Dejarlo libre para que se esfumara lejos?
ResponderEliminarNo soy de esas personas que sueltan la bola, querido...
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