Yo no creía en el paraíso.
Creía en el dolor.
Creía en el miedo.
Creo en la muerte.
En el fondo de este rió, hay un mar de muertos.
Cuando se descomponga mi cuerpo, ya no habrá nadie para decir que yo no era como ellos.
Sentía a los muertos debajo de mis pies, alzándome sus brazos, confundiéndome con uno de los suyos.
No era difícil confundirse.
No se que pensar del paraíso.
Pero en ángeles sí que creo.
viernes, 1 de octubre de 2010
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No se que pensar de los angeles
ResponderEliminarPero en tí sí que creo
Entonces sí que crees en algo :)
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