domingo, 10 de octubre de 2010

17


No voy a buscar más la felicidad. Ahora veo la vida con mis propios ojos, y no con los demás.
¿Porqué no voy a buscar la felicidad si la gente me ha dicho que es lo único que merece la pena? ¿Porqué voy a tomar un camino que otros no se arriesgaron a tomar?
Después de todo… ¿qué es la felicidad?
Algunos dicen amor. Pero el amor nunca ha dado felicidad. Al contrario, siempre es una angustia, un campo de batalla, muchas noches en vela, preguntándonos si estamos haciendo lo correcto… El amor está echo de agonía.
Otros dicen paz. ¿Paz? Si miramos a Dios, Él nunca está en paz. El invierno lucha contra el verano, el lobo persigue al hombre, que tiene miedo del perro, que persigue al gato, que persigue al ratón…
Dicen otros que el dinero da la felicidad. Muy bien, entonces todas las personas que tienen suficiente dinero para vivir como un rico, dejan de trabajar, son felices. Pero siguen más nerviosas que antes. Con el miedo a perderlo todo. El dinero da más dinero, pero no da la felicidad.
He buscado la felicidad, sí, aunque no lo parezca. Pero ahora lo que quiero no es felicidad, sino alegría. La alegría es como el sexo: empieza y acaba. Y yo quiero placer. Quiero estar contenta. Pero… ¿felicidad? Ya no caigo en esa trampa.
Cuando estoy con alguien, las provoco con estas preguntas. Todos dicen “soy feliz”.
Y digo, “pero ¿no quieres tener más?” Todos dicen “claro”.
“Entonces no eres feliz”.

1 comentario:

  1. La felicidad. Ese sentimiento tan propio como ajeno. Tan de todos como de nadie. Esa sensación que para cada uno es uno y mil mundos juntos y separados a la vez.

    Busca tu felicidad, la tuya propia. La que nadie te pueda robar jamas pues solo será asi para ti.

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