Estos hombres no pueden pensar más que en el enemigo: son como amantes; cuando mencionan ciertas palabras sus barbas tiemblan, sus ojos brillan y sus manos acarician los cañones de sus rifles.
- Italo Calvino, "El sendero de los nidos de araña".
- Italo Calvino, "El sendero de los nidos de araña".
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