"La forma de tortura más cruel que uno
pueda infligir a un kender es encerrarlo. Aunque también es verdad
que el suplicio más cruel que uno pueda infligir a un ser de
cualquier otra especie es encerrarlo con un kender. Después de tres
días de parloteo incesante, de travesuras y bromas, los compañeros
casi hubieran preferido una hora de tortura a cambio de liberarse del
incansable Tasslehoff (a menos eso es lo que Flint decía). Al final,
después de que, incluso, Goldmoon perdiera los estribos, Tanis envió
a Tasslehoff al fondo de la carreta. Con las piernas colgando fuera y
creyendo que iba a morir de desdicha, el kender apoyó su cara contra
los barrotes. Nunca en toda su vida, se había sentido tan
desgraciado."
- "Dragonlance".